Es Cubells, el templo del sur

A poca distancia de es Torrent, en lo alto de los acantilados de es Cubells, aguarda uno de los templos más recientes y llamativos de Ibiza. Aunque su tamaño es menor que muchos otros, la espectacularidad de su ubicación no tiene parangón. Desde la parte posterior del oratorio, donde se sitúa la casa parroquial, aguarda un soberbio mirador que permite vislumbrar toda la costa sur de la isla, desde el Cap Llentrisca hasta el Parque Natural de ses Salines.

La iglesia se fundó gracias a los esfuerzos e interés del padre carmelita Francesc Palau i Quer (1811-1872), que tuvo que exiliarse en la isla tras ser acusado de participar y promover las revueltas obreras que se produjeron en Barcelona, en 1854. Palau, al llegar a la isla, se refugió en el entonces remoto territorio de es Cubells y decidió pedir al Vaticano autorización para construir una ermita dedicada a la Virgen del Carmen, ya que consideraba que los residentes en la zona estaban muy lejos del templo más próximo, en Sant Josep. La carta fue remitida a Roma en 1855 y la respuesta llegó casi una década después, en forma de autorización para llevar a cabo el proyecto, habilitando un oratorio privado en su propia casa.

La capilla se inauguró en 1864, aunque unos años después dejaron de celebrarse misas y el pequeño templo se convirtió en el hogar de ermitaños y agricultores. El propio Francisco Palau pasaba largos periodos de ascetismo en el islote de es Vedrà, donde se alimentaba recogiendo huevos de gaviota y bebiendo el agua de lluvia que se acumulaba en una cueva.

La semilla de la parroquia y la iglesia, tal y como la conocemos ahora, se plantó en 1933, cuando por fin fue fundada la parroquia de es Cubells, iniciándose las obras del templo en 1941. Los trabajos sufrieron diversos parones y no se acabaron hasta 1958. Por esta razón, la iglesia de es Cubells está considerada la más reciente de todas las que siguen el estilo arquitectónico rural típico de la isla.

La vieja ermita fue incorporada al nuevo proyecto como presbiterio. El templo es de pequeñas dimensiones, con una sola nave que se apoya en contrafuertes y la citada casa parroquial situada en la parte posterior. Visitarla, antes o después de una visita a es Torrent, es casi una obligación, así como detenerse a admirar el soberbio paisaje que la rodea.

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