Posidonia oceánica, Patrimonio de la Humanidad

Desde el 4 de diciembre de 1999, Ibiza forma parte del catálogo de bienes Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, formando parte de un exclusivo club mundial del que España es el miembro más destacado. La isla dispone de cuatro bienes inscritos en esta declaración: las murallas renacentistas de la ciudad, el yacimiento fenicio de Sa Caleta, la necrópolis púnica de Puig des Molins y un único bien natural y submarino: las praderas de posidonia oceánica, que también envuelven el entorno de Es Torrent, al igual que toda la costa pitiusa.

El hecho más destacable de las praderas de posidonia, que son una planta marina fanerógama endémica del Mediterráneo, es que constituyen el origen de la belleza y transparencia de las aguas del mar pitiuso. Su conservación, por tanto, es estratégica e imprescindible, pues la vasta biodiversidad de las aguas de Ibiza y Formentera depende directamente de su buena salud. Al igual que los arrecifes coralinos en los mares tropicales, las praderas de posidonia son un patrimonio mundial cuya pérdida sería una catástrofe para la cadena trófica. Hay que cuidarlas de la mejor manera, por ejemplo, evitando fondear sobre ellas, ya que las anclas y las cadenas siegan su vegetación y deterioran su calidad y capacidad oxigenadora y de retención de la arena en las orillas.

Las posidonias y formaciones que originan son, asimismo, un pilar básico en la creación de recursos importantes para la economía de las islas: la pesca, la sal y, en la actualidad, para la industria turística, por la íntima interpelación en la formación de playas y la pureza de las aguas. El mar, por tanto, constituye una fuente de riqueza y un elemento intrínseco a la particular identidad de las Pitiusas. El substrato arenoso que se caracteriza por una moderada profundidad y la transparencia del mar, constituyen el ambiente idóneo para la posidonia oceánica, cuyas praderas forman el paisaje dominante de un ecosistema marino escasamente alterado.

Foto: Xavier Mas (Viu la Posidònia)

Las praderas de posidonia están consideradas como hábitat de protección prioritaria por la directiva Hábitat de la Unión Europea. El área es, además, zona de especial protección de las aves (ZEPA), está incluida en la Red Natura 2000 de la CEE e inscrita en el Convenio Ramsar sobre la Lista de Zonas Húmedas de Importancia Internacional.

La planta de posidonia es una fanerógama endémica del mar Mediterráneo que tiene una organización externa propia de las plantas superiores: raíz, tallo, hojas y capacidad para producir flores y frutos con semillas. Crece cubriendo los fondos marinos y formando frondosas praderas. En general, estas se encuentran en alarmante regresión por su elevada sensibilidad a las perturbaciones ambientales, mientras que en Ibiza se encuentra en un estado excelente, siendo esenciales tanto para contener los elementos de belleza excepcional del lugar, así como para mantener los procesos esenciales para la conservación del ecosistema y la biodiversidad que alberga.

Un ecosistema submarino y litoral de extraordinario interés con especies amenazadas de elevado valor científico, que configuran un paisaje mediterráneo único por su riqueza natural y cultural.

 

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