Es Torrent en invierno

El restaurante Es Torrent abre sus puertas desde el mes de abril a finales de octubre, coincidiendo con el tiempo apacible que caracteriza la isla durante la primavera, el verano y el principio del otoño. Durante estos siete meses, la playa presenta su versión más paradisíaca, con un agua calma y transparente ideal para el baño, y una temperatura más elevada; y también más animada, por la presencia de las personas que tienen una segunda residencia en la isla y los viajeros que van llegando.

En invierno, sin embargo, Es Torrent ofrece su versión más solitaria. La terraza queda recogida, sin mesas ni sillas, al igual que el balneario, vacío de tumbonas. Pasear por la cala, en esta época tranquila, es también una gozada. Los numerosos yates y lanchas que en verano fondean en Porroig ya no están y la sensación de bahía vacía, donde únicamente la naturaleza se impone, resulta apabullante. En los días soleados del invierno, sin viento, el agua está igual que en verano y adquiere esas tonalidades esmeralda que seducen.

Quien tenga la ocasión de disfrutar de este paisaje soberbio, no debería dejar de caminar hasta el muelle que hay a la derecha de la orilla y, desde allí, asomarse a la cala vecina, Sa Caixota, con su acantilado de tierra roja. O sentarse cerca del agua y escuchar el sonido de las piedras redondas que arrastra el vaivén de la corriente.

Hay días en que los cormoranes se apostan en los escollos más próximos al muelle, mientras descansan entre zambullida y zambullida en busca de peces con los que alimentarse. De vez en cuando, el runrún del motor de un llaüt de algún pescador de Porroig interrumpe este silencio, mientras se aleja despacio por el horizonte en busca de su enclave favorito para probar suerte con el volantín o el curricán.

En realidad, Es Torrent, constituye una excelente metáfora de lo que es Ibiza. En verano, maravillosa, soleada y con una atmósfera única, vinculada a su gente variopinta, su gastronomía y un estilo de vida hedonista. En invierno, más tranquila y confrontada a su apabullante naturaleza. Merece la pena disfrutar Es Torrent de las dos maneras.

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