23 Sep El ‘llaüt’, la seña de identidad de los pescadores de Ibiza

En Es Torrent no seríamos nada sin nuestros pescadores, que nos proporcionan el mejor género con el que cocinar, gracias a técnicas que han ido pasando de generación en generación. Sus capturas son el punto de partida sobre el que erigimos nuestra gastronomía, pero ellos también tienen un puntal sobre el que fundamentan su trabajo. Están las redes, los sedales, los hilos y corchos y, por encima de todos, su embarcación: el llaüt.

Se trata de la barca tradicional de la costa Mediterránea, que en el pasado se utilizaba tanto para transportar mercancías como para capturar peces y mariscos. Los llaüts, asimismo, son responsables de buena parte del paisaje tan característico de Ibiza, con esas calas salpicadas de varaderos. Son los refugios construidos por los pescadores para dar refugio a sus pequeñas naves durante las tempestades.

Hoy escuchamos el eco de los motores de los llaüts, mientras costean frente a Es Torrent y la costa de Es Cubells. Antaño, sin embargo, navegaban a vela. Son característicos por su resistencia y estabilidad, y en los tiempos difíciles muchos pescadores se atrevían a atravesar el Mediterráneo con ellos, cuando aún no había motores, hasta la costa argelina. Allí hacían contrabando con azúcar, café y otros productos de primera necesidad que escaseaban en la isla.

Aún hoy, los mejores llaüts que se conservan son artesanales. Los construían los maestros de ribera, que en ibicenco se denominan mestres d’aixa. La madera empleada en los llaüts suele ser pino autóctono, que se escoge cuidadosamente en función del tamaño de cada pieza y se deja secar durante un año. En realidad se trata de una adaptación, normalmente a menor escala, de los antiguos jabeques de vela latina.

Con el paso del tiempo fueron evolucionando y adaptándose a las características de su uso. Por eso, en las calas de pescadores encontramos unos llaüts más pequeños y de menor calado, sin cabina, para costear y pescar. Su casco es hueco y accesible desde la cubierta a través de los denominados cuarterones, unas tapas de madera rectangulares bajo las que se guardan los aparejos, se ubica el motor y otros accesorios. Los llaüts que operan más lejos, sin embargo, suelen disponer de cabina, una quilla mayor y su forma es ligeramente más estilizada y aerodinámica, para afrontar condiciones adversas. Se trata, sin duda, de uno de los elementos más característicos de la forma de vida tradicional de los ibicencos; un monumento a la cultura pitiusa de los pescadores y los marineros.