30 Abr Poker de mariscos de Ibiza
Las recetas elaboradas con pescado local, con platos como ‘bullit de peix’, parrillada o los arroces marineros, son las más conocidas de Ibiza. El mar de la isla, sin embargo, aporta un marisco de extraordinaria calidad, con cuatro productos imprescindibles: la gamba roja, la langosta, la cigala real y la cigala. A continuación, explicamos por qué son tan especiales y cómo nos gusta prepararlos en Es Torrent.
La gamba roja de Ibiza (Aristeus antennatus) vive sobre fondos arenosos, a unos 600 metros de profundidad, a salvo de depredadores. Se alimenta de algas que no realizan el proceso fotosintético, lo que contribuye de forma notable a su sabor característico y a una mayor concentración de grasa, lo que aporta una textura jugosa única en el mundo. Aunque la variedad es idéntica a la que se captura, por ejemplo, en la Costa Brava, sus condiciones de vida son radicalmente distintas. Nos gusta prepararla sobre un lecho de sal gorda, en una plancha especial que emite poco calor, y que permite cocinarla muy lentamente para que conserve sus jugos. También acompaña paellas y fideuás.
La langosta roja (Palinurus Elephas) que se cría en nuestra costa es otro bocado esencial de la isla. Su carne tersa y sabor concentrado admiten múltiples elaboraciones: en caldereta, flambeada, a la plancha, salteada con ajo y guindilla o incluso con unos huevos fritos. En Es Torrent la conservamos en nuestros viveros, donde se mantiene en perfecto estado. Tanto la alimentación como el hábitat que disfruta en la isla le confieren unas características y sabor únicos.
Con una textura y tamaño similar al de la langosta, encontramos a la cigala real ibicenca (Scyllarides latus), aunque la forma de su cabeza es diferente. Su originalidad y extraordinaria calidad le hacen merecedora de figurar en nuestra carta como uno de los platos estrella. Solemos prepararla a la plancha o en caldereta, aunque su sabrosa cola resulta también ideal como ingrediente principal en una paella o un arroz caldoso, o simplemente salteada con aceite de oliva y condimentada con un toque de ajo y perejil.
Por último, otro bocado exquisito y abundante en la isla: la cigala (Nephrops norvegicus). Los pescadores la pescan con mucho control, manteniendo el estado de los caladeros. Son tan sabrosas que nuestros clientes las comen como pipas. Solemos prepararlas a la plancha, partidas por la mitad, y no les hace falta nada más que un punto de sal, ya que su sabor es muy concentrado. También solemos incorporarlas a las paellas.
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