Sant Josep, una iglesia adelantada a su tiempo

Si hace dos posts contábamos la historia de la iglesia de es Cubells, una de las más recientes de la Ibiza rural, en esta ocasión queremos detenernos en la de Sant Josep, una de las más grandes de la isla, también muy próxima a Es Torrent. Como tantos otros templos isleños, no fue construida en un pueblo, sino en un lugar donde no había nada y alrededor de la cual acabó creándose el núcleo urbano que existe hoy en día.

A principios del siglo XVIII, más allá de la ciudad, solo existían los cuatro templos fortificados que construyeron los cristianos en los años posteriores a la reconquista (Santa Eulària, Sant Miquel, Sant Jordi y Sant Antoni) y la iglesia de Jesús, del siglo XV. El resto de iglesias pitiusas se levantaron a partir de 1785, con la instauración de la Diócesis de Ibiza y Formentera y la llegada del primer obispo, Manuel Abad y Lasierra.

La única excepción en este largo paréntesis fue, precisamente, la iglesia de Sant Josep, que los vecinos de es Vedrans y Benimussa reclamaron insistentemente y, tras obtener autorización del obispo de Tarragona, del que dependían las Pitiüses, erigieron con sus propias manos, entre 1727 y 1731. A media construcción, tuvieron la ayuda de Pere Ferro, maestro de obras de Denia, que había viajado a la isla para reconstruir el convento de los dominicos de Dalt Vila, gravemente dañado por la explosión fortuita del polvorín, a causa de un rayo, en 1730.

El resultado de aquel esfuerzo fue uno de los monumentos más importantes de la isla, tanto por estética como por dimensiones. La iglesia de Sant Josep destaca por su fachada encalada e imponente, totalmente simétrica, con un porche de triple arco –de medio punto a cada lado y rebajado y más ancho en la parte central–, y un cuerpo superior con dos líneas de oquedades y un campanario centrado como corona.

El interior también destaca por su altura, la bóveda de cañón sostenida por cinco arcos y las capillas laterales y la honda. El retablo es uno de los más voluminosos de la isla y fue construido en los años cincuenta del siglo XX a imitación del barroco original, que fue destruido durante la Guerra Civil.

Desde Es Torrent nos gusta animar a nuestros clientes a visitarla, ya que constituye un elemento esencial del patrimonio histórico-artístico de la isla. Es un templo creado por campesinos y pescadores, que no repararon en esfuerzos para hacerla realidad.

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