Aceite de oliva de Ibiza, una tradición heredada de la antigüedad

En Ibiza, la tradición de elaborar aceite de oliva es tan antigua como la propia sociedad y, en la actualidad, genera una industria que crece año tras año. En Es Torrent elegimos con detenimiento el aceite que ofrecemos a nuestros clientes en la mesa para que, si les apetece, puedan disfrutarlo incluso con una simple rebanada de pan payés.

La historia pitiusa revela que, en el siglo I antes de Cristo, el cronista griego Diodoro de Sicilia ya aludía al cultivo de olivares. Describió Ibiza como una isla “de pequeña extensión y mediana fertilidad, con viñedos y olivos”. En distintas excavaciones arqueológicas se han identificado los restos de 23 almazaras que se remontan a la antigüedad. Demuestran que, en tiempos de Diodoro, además de olivas también elaborábamos aceite.

Hay constancia, asimismo, de que los romanos comerciaron durante siglos con nuestro aceite. Lo transportaban en ánforas por todo el Mediterráneo, junto con otros productos de aquí como miel, vino, higos, sal, pescados en conserva, la popular salsa ‘gárum’ –el kétchup de la época elaborado con vísceras de pescado– y tinte púrpura.

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La industria del aceite, con más o menos altibajos, se mantuvo durante los siglos posteriores y, en tiempos medievales, especialmente tras la reconquista cristiana del siglo XIII, las almazaras fueron en aumento. Aún hoy, muchas casas payesas de la isla poseen una gran almazara de ingeniería primitiva, que servía para abastecer de aceite a todo el vecindario. La tradición se mantuvo intacta hasta mediados del siglo XX, con la llegada del turismo y el progresivo abandono de aquellas costumbres agrícolas que requerían más medios y esfuerzo.

30 años después, a mediados de los 90, se plantaron nuevos olivos, se instalaron las primeras almazaras y se inoculó el bendito virus del aceite a media isla. La primera almazara moderna se instaló en Benimussa, en la finca de Joan Benet, el productor del aceite de oliva que ofrecemos en Es Torrent. Elabora un producto de sabor intenso y particular, coupage de las variedades arbequina y picual, en un 90 y un 10%, respectivamente.

A Benet le fueron siguiendo otros y hoy Ibiza cuenta con una industria de aceite, bajo la marca “Oli d’E” (Aceite de Eivissa), que agrupa 115 hectáreas de olivares, 15 marcas y 80 productores. El aceite de oliva virgen extra constituye, sin duda, uno de los grandes valores de futuro de la gastronomía de Ibiza.

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