30 Ago Cinco características que explican por qué la gamba roja de Ibiza es un producto tan especial

La gastronomía isleña ofrece una amalgama de productos extraordinaria, entre los que hay uno de que destaca sobremanera: la gamba roja (Aristeus antennatus), que además esta temporada está siendo muy escasa. Hoy explicamos las razones de su extraordinaria calidad mediante cinco características que la hacen única.

1º) Sabor: Su mayor virtud se encuentra en la potencia de su sabor, mucho más concentrado en la parte de la cabeza. Esta característica está directamente relacionada con su hábitat, completamente distinto a otros que acogen a esta misma variedad en otras zonas del Mediterráneo. Tan intensos son sus jugos, que se requiere cocinarla con delicadeza y lentitud, en una plancha especial que emite poco calor, sobre una capa de sal gruesa. Es la forma de que no pierda una gota de sustancia

2º) Aspecto: La gamba roja destaca por el intenso color rojo de su caparazón y por el tamaño de la cabeza, que es más grande que otras variedades. Suele alcanzar hasta los 22 centímetros de longitud.

3º) Alimentación: La gamba roja de Ibiza vive sobre fondos arenosos, a unos 600 metros de profundidad, a salvo de depredadores. Se alimenta de algas que no realizan el proceso fotosintético, lo que contribuye de forma notable a su sabor característico y mayor concentración de grasa, lo que aporta una textura jugosa única en el mundo. Aunque la variedad es idéntica a la que se captura en otras zonas de la costa española, sus condiciones de vida son radicalmente distintas, ya que allí habita fondos rocosos de distinta profundidad y se alimenta de moluscos y otros crustáceos más pequeños.

4º) Denominación: Existe cierta polémica a la hora de establecer una diferencia entre la gamba roja de Ibiza y la gamba roja de Denia, en el Levante español. Es sólo una cuestión de nomenclatura, ya que el producto es exactamente el mismo. Independientemente de la lonja donde desembarque, el crustáceo se captura en el denominado “Canal de Ibiza”, entre la costa de Denia y el oeste de la isla.

5º) Atemporalidad: Se pesca durante todo el año, pero hay periodos irregulares en que las capturas se reducen a la mínima expresión, lo que provoca que su precio se encarezca de forma drástica en los mercados y las lonjas.