23 Feb Langosta y gamba roja, los mariscos más exquisitos de Ibiza

A pesar de su reducido territorio, la isla de Ibiza ofrece una variedad extraordinaria de productos gastronómicos (carnes, pescados, verduras, setas, caza…). Sin embargo, es en el mar donde se hallan los más valiosos tesoros y, en este medio, reinan dos variedades de marisco: la langosta y la gamba roja.

En Es Torrent siempre tenemos langostas de kilómetro cero, que conservamos en nuestros viveros. Es una variedad tan sabrosa que puede prepararse de muchas maneras: en caldereta, flambeada, a la plancha, salteada con ajo y guindilla. Últimamente, sin embargo, nuestros clientes nos la piden con huevos fritos, que se preparan en el mismo aceite de la fritura, y patatas.

Tanto la alimentación como el hábitat que la langosta roja disfruta en la isla le confieren unas características y un sabor únicos. Por eso, siempre va etiquetada con la marca Sabors d’Eivissa. Este sello de garantía la diferencia de las que se pescan en otras zonas mediterráneas y del mundo. Suele tener buen tamaño (hasta 60 centímetros) y posee un caparazón robusto y erizado, con fuertes espinas.

Viven en zonas de algas, donde se alimentan de restos orgánicos, aunque también capturan gusanos, moluscos y crustáceos pequeños. Es en verano cuando se acercan a la costa para reproducirse. Sus huevas son del color del coral. Una veintena de barcas de Ibiza se dedican en exclusiva a la captura de la langosta cuando se abre la veda.

Por su parte, la gamba roja de Ibiza (Aristeus antennatus) destaca por la potencia de su sabor.  Por eso, merece la pena disfrutarla en todo su esplendor, sin demasiados condimentos, aunque también se emplea en arroces y fideuás. Destaca por el intenso color rojo de su caparazón y por el tamaño de la cabeza, que es más grande que otras variedades. Suele alcanzar hasta los 22 centímetros de longitud.

Su mayor virtud, sin embargo, se halla en la extraordinaria intensidad de su sabor, mucho más concentrado en la parte de la cabeza. Esta cualidad es consecuencia de su hábitat, puesto que vive en fondos arenosos, a unos 600 metros de profundidad, a salvo de depredadores. Se alimenta de algas que no realizan el proceso fotosintético, lo que contribuye de forma notable a este sabor característico y a su mayor concentración de grasa, lo que aporta una textura jugosa única en el mundo.

Existe cierta polémica a la hora de establecer una diferencia entre la gamba roja de Ibiza y la gamba roja de Denia, en el Levante español. Es sólo una cuestión de nomenclatura, ya que el producto es exactamente el mismo. Independientemente de la lonja donde desembarque, el crustáceo se captura en el denominado “Canal de Ibiza”, entre la costa de Denia y el oeste de la pitiusa mayor.