24 Oct 2017, la temporada en que Es Torrent abrió dos veces

Durante los ya 31 años de historia de nuestro restaurante, en este pequeño recodo de la costa de Sant Josep, hemos vivido de todo: anécdotas divertidas, momentos difíciles, alegrías, la visita de personalidades que nos han impresionado… Sin embargo, recordaremos para siempre el verano de 2017 porque ocurrió algo que nunca antes había pasado: fue la temporada en que Es Torrent abrió dos veces.

En la madrugada del 9 al 10 de agosto, una intensa y prolongada tromba de agua cayó sobre la isla, anegando túneles, inundando sótanos y convirtiendo las calles en lodazales. También provocó una fuerte riada en el torrente que atraviesa la playa. Acabó provocando importantes daños en nuestras instalaciones y en la costa. Cuando ese jueves llegamos temprano a trabajar, con un cielo apocalíptico que comenzaba a clarear, nos encontramos el restaurante cubierto de fango y la playa arrasada por la riada y surcada de grietas.

Muchas de las mesas, sillas, tumbonas y sombrillas de la terraza y el balneario fueron arrastradas al mar e incluso una de las furgonetas del restaurante acabó hundida en mitad de la bahía de Porroig, tras flotar junto a los yates que habían buscado allí refugio en previsión de la tormenta. Por primera vez en nuestra historia, nos vimos obligados a cerrar las puertas en el momento álgido de la temporada, cuando más clientes nos visitan, y tratar de devolver el restaurante y la playa a su estado original. Aunque avisamos de lo sucedido a los clientes que teníamos anotados en la agenda de reservas y también alertamos mediante las redes sociales y este portal de Internet, continuamente llegaban clientes para disfrutar de nuestra comida y de la playa, y lamentábamos tener que decirles que no era posible atenderlos.

No logramos reabrir las puertas hasta el 16 de agosto, después de seis días intensos de trabajo en los que limpiamos, pintamos, rastrillamos, arreglamos, reconstruimos… En definitiva, volvimos a poner todo a punto por segunda vez en la temporada. Una experiencia de la que aprendimos algo muy importante. Frente al desolador paisaje inicial, fuimos capaces de recomponernos y, juntos, con todo el equipo de Es Torrent codo con codo, pudimos volver a recibir a nuestros clientes como si nada, con la satisfacción de haber revertido la situación en un tiempo récord.

También descubrimos otra cosa: la gran cantidad de gente que nos aprecia. A todos los clientes, vecinos, familiares y amigos que se acercaron a ayudarnos, darnos ánimos e interesarse por nuestra situación, sólo nos queda tenderles la mano y decirles que no lo olvidaremos.

¡Gracias a todos y hasta el próximo verano!